Para mí, que soy un amante confeso del género de terror y un fiel seguidor de John Carpenter, no resulta una tarea nada agradable admitir que, desde hace ya demasiado tiempo, el realizador nacido en Carthage se encuentra sumido en la desgana y anclado en un evidente bache creativo. Para un servidor la última gran película de este brillante realizador fue esa joya, tan entretenida como minusvalorada, llamada ‘Vampiros’, y de eso lamentablemente hace ya 14 largos años.
También es cierto que,entre ‘The Ward’ y ‘Vampiros’, Carpenter realizó, además de la floja ‘Fantasmas de Marte’ ,un par de espisodios de la serie ‘Masters of horror’ : ‘Cigarette burns’ y ‘Pro-vida’(los trailers de dichos episodios están justo debajo de estas lineas). El primero(‘Cigarette Burns’), resultó ser todo un alarde de maestría en esos menesteres que el director de ‘La cosa’-cuando quiere-domina como nadie, regalándonos los ojos a todos sus seguidores con esos detalles tan made in Carpenter que, a muchos, lograron ilusionarnos con la idea de que quizá nos encontrábamos ante el retorno triunfal de ese grandísimo realizador que antaño nos había encandilado con maravillas como ‘La noche de Halloween’, ‘Asalto a la comisaria del distrito 13′ o la ya mencionada ‘La cosa’. Pero, por desgracia, el segundo episodio(‘Pro-vida’) nos devolvió a la amarga realidad mostrándonos a un director apático,confuso, perdido y con evidentes síntomas del eterno jet lag producido, sin duda, por su insulsa, decepcionante y fantasmagórica aventura en el planeta rojo.
Pero no sería del todo justo aseverar que este capítulo de ‘Masters of horror’ fue un desastre absoluto, porque no lo fue, pero es algo innegable que la desgana, fiel compañera de Carpenter en sus últimos trabajos, había aflorado de nuevo. Y eso era algo desalentador, y más aún, si cabe, después de haber experimentado la “pequeña” alegría producida por el más que posible resurgir del maestro del terror. Y tengo que admitir que este nuevo episodio de la serie creada por Mike Garris fue un jarro de agua fría para los fans de este, siempre tan injustamente denostado, realizador. Aunque la esperanza nunca se pierde y más aún si tenemos en cuenta que este último decepcionante trabajo no era más que el episodio de una serie, y cabía la posibilidad de que Carpenter, por razones más que evidentes, podría no haberse implicado tanto como seguramente lo hubiese hecho si se tratara de uno de sus proyectos, en los cuales su dedicación y por tanto su interés aumentan considerablemente debido a que,Carpenter, siempre se auto-adjudica muchas más responsabilidades que la de la realización. Y quiero pensar que tanto la flojera como la insustancialidad que desprenden ‘The Ward’ no son la crónica de una muerte anunciada del talento de este insigne realizador, deseo de todo corazón que estas carencias se deban a la ya mencionada falta de implicación, derivada, sin duda, por el hecho de que ‘The Ward’ se trata de un trabajo “por encargo” y no de un proyecto plenamente suyo.
Pero no adelantemos acontecimientos, pasemos a analizar a este film como se merece. La trama de ‘The Ward’ gira en torno a Kristen(Amber Heard) una chica que después de incendiar una casa es internada en un sanatorio mental regentado por el Doctor Stringer(un espléndido Jared Harris). Institución en la que conocerá a un gupo de mujeres con diferentes trastornos psiquiátricos. Pero una noche Kristen se da cuenta de en el sanatorio hay alguien más, una inquietante y misteriosa presencia fantasmal que mora por los oscuros pasillos del hospital acechando a las internas con algún propósito nada amable.
Seguramente leyendo este breve resumen habréis tenido la “certera” sensación de encontraros ante una de tantas obras de espíritus atormentados que-ya sea en una casa encantada,en un barco, en un hotel,en un hospital etc…-se dedican a aterrorizar a los vivos del lugar. Pero no caigamos en esa trampa, no olvidemos que Carpenter, a pesar de no estar en plena forma, es un realizador con muchísima personalidad y no suele ser de esa clase de directores amantes de los estereotipos.Ahí lo dejo.
Pero también es cierto que por mucho que John Carpenter se esmere con su particular talento en narrarnos una historia, si ésta flaquea-como es el caso- poco o nada se puede hacer para mantener intacto el interés del espectador, las buenas intenciones desgraciadamente no siempre van acompañadas de buenos resultados. Y si además de tener una historia sin demasiado gancho, el guión resulta ser de lo más misérrimo, está visiblemente mal estructurado y además adolece de una exasperante sobredosis de ingenuidad, el resultado de tal ecuación, evidentemente nunca podrá ser del todo satisfactorio. Por mucha brillantez que haya detrás y delante de las cámaras.
Michael Rasmussen y Shawn Rasmussen son los responsables del paupérrimo guión de esta obra, y seguramente sean también los culpables directos del “decepcionate” retorno de Carpenter(a este film me refiero). Ya que ‘The Ward’, sin ser una mala película, se ve subyugada por un incompetente “libreto” que no ayuda para nada a blandir como es debido todas las armas de las que dispone, y por supuesto, inluyo entre esas armas al inmenso talento narrativo que atesora el director de ‘La cosa’. Un talento que se conserva intacto, a pesar de las incontables decepciones y a pesar de las innumerables “bofetadas” que ha recibido este director a lo largo de su carrera. Un talento que en esta película podemos atisbar en forma de retazos dosificados e intermitentes. Un talento que, en ‘The Ward’, se ve claramente mermado por la negligencia de otros, de ahí que un servidor no culpe a Carpenter de la “decepción” que se ha llevado con este film,ya que él hace todo lo que puede, pero es sabido por todos que danzando solo no se ganan concursos de baile, al menos así era antes, ahora con el Hipi-hopo o el funky es otra cosa……
Lamentablemente después de ver esta obra se te queda en el cuerpo una amarga sensación de desazón, ya que queda clarísimo que se podría haber sacado mucho más jugo a este proyecto, que tenía alicientes tales como un director más que solvente, una historia protagonizada por féminas de buen ver(algo que siempre se agradece y es una constante inmarcesible dentro del género), fantasmas tocanarices que en este caso no se conforman tan sólo con asustar, y enfermos con trastornos psiquiátricos, que siempre dan mucho juego y proporcionan al director la opción de utilizar multitud de trampas,golpes de efecto y “sorprendentes” giros finales con los que aderezar la obra. Aunque, por todos es sabido, que cuando una película atesora los ingredientes que he mencionado seguramente la originalidad no será uno de sus puntos fuertes, pero eso no implica que el film en cuestión no pueda hacer pasar un buen rato a los fieles seguidores del género. Seguidores(entre los que me incluyo) que,por suerte o por desgracia, casi siempre son plenamente conscientes de los defectos y las virtudes que se encontrarán al sentarse frente una pantalla con la intención de disfrutar de un entretenimiento de calidad visionando películas de esta índole.
Como ya he apuntado-varias veces- la narración que nos brinda Carpenter, aunque es intermitente y adolece de evidentes carencias a la hora de presentar a los personajes, es innegable que el film tiene el inconfundible sello de ese gran maestro que fue y que,para un servidor,sigue siendo el realizador de ‘La noche de Halloween’. Y la prueba incontestable que de su maestría permanece intacta es que el director nacido en Carthage , a pesar de las ajenas limitaciones que frenan su creatividad en ‘The Ward’, conserva esa astucia y esa capacidad innata tan característica de lograr asfixiar al inocente espectador con esas atmósferas claustrofóbicas, desasosegantes, enfermizas y herrumbrosas que tan buenos resultados le han dado a lo largo de su carrera en films tan sobresalientes como ’1997:Rescate en Nueva York’, ‘Estan vivos’ o por supuesto ‘La cosa’, película que curiosamente guarda muchas similitudes con la obra que estamos analizando.
Era algo manifesto que la suma de Carpenter más hospital psiquiátrico podía dar resultados visualmete aterradores e incómodos,pues nadie como él para manejar a su antojo y voluntad un terror concentrado en ambientes fríos y oclusos, repletos de grises, oscuros,interminables y laberínticos corredores donde la cámara, siempre tan bien explotada por Carpenter, pudiera convertirse en una perfecta e imperceptible aliada capaz de transmitir en todo momento el deseado efecto de confusión enfermiza y esquizoide requerida por este tipo de películas. Pero por desgracia la lograda atmósfera de este film no es un paliativo suficiente para curar las importantes dolencias que aquejan a ‘The Ward’.
Quizá una de las peores “taras” de esta obras,como ya he apuntado, se encuentre en la difusa y deficiente presentación de los personajes, incluida la protagonista principal, evidentemente este defecto no ayuda para nada a que te metas como Dios manda en la trama, ya que es prácticamente imposible sentir ningún tipo de apego por unos personajes tan mal dibujados. Por tanto, por mucho que se haya esmerado el director en brindarnos un buen film de terror con ese clima tan “Carpenteriano”,por mucho que se hayan esforzado los interpretes(todos muy correctos) en ofrecernos buenos papeles,por muchos sustos de fantasmas malcarados,por muchos intentos-claramente fallidos- de sorprender al subestimado y sufrido espectador, ‘The Ward’ resulta un producto anodino y con demasiadas carencias como para dejarnos encandilar por sus virtudes. Aunque no desaconsejo su visionado, porque Carpenter, el gran Carpenter aún haciéndolo mal entretiene, qué no es poco.
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Sayonara.